Una historia, mil mareas
José María Naberan llegó en 1960 a Ondarroa, tras completar sus estudios en Francia, para realizar un nuevo proyecto junto a su padre, Imanol Naberan. Comenzaron realizando paños y siendo distribuidores de redes de pesca bajo el nombre “Imanol Naberan”, dando inicio a una travesía que ha ido desarrollándose hasta el día de hoy.
La empresa se fue consolidando y tras años de trabajo comenzó su trayectoria internacional junto a los barcos franceses. Este año también se optó por un modelo de negocio que apostó por la compraventa de material.
Tras adquirir el programa Planchalut de Ifremer en 1992, se comenzaron a fabricar redes de pesca. Así, dos años más tarde se creó la nueva empresa “Naberan Sareak SL”. Esta novedad supuso un cambio de rumbo en la estrategia de la empresa con la integración de una nueva generación. Por eso, tres años más tarde se trasladaron las instalaciones a Mutriku.
La empresa se fue fortaleciendo con la apuesta por las redes de arrastre de José María Naberan y por ello, en 1998 dio otro paso en su internacionalización por vía de Grupo Adrien, esta vez con el mercado senegalés junto al distribuidor Ababakar Ngom.
Tras años de experiencia en el mercado francés, Naberan se consolida en Francia y decide abrir una instalación en Guilvinec en el año 2000.
Naberan en 2008 comienza a abrirse paso en el comercio marroquí como asesor de la empresa Marona, propietaria entonces de 38 barcos. Tras la venta de esta empresa, Naberan ha continuado suministrando redes a barcos de Agadir.
Seguimos contra viento y marea
Actualmente Naberan sigue trabajando en los cuatros países, cuenta con 23 personas en su planta de Mutriku y con 4 en Guilvinec. ¡Una gran tripulación, para un gran proyecto!